Sunday, March 15, 2009
Friday, March 13, 2009
PULAU PENANG
Después d 5 horas d autobús y dejando atrás KL, llegamos a Pulau Penang hacia las 2 d la tarde con un calor bastante sofocante. Pulau Penang es una isla en el noroeste del país bañada por el Mar d Andamán y q dista d la península a unos 14 Km. justo la distancia q mide el puente q las une.
Nuestros 3 primeros días en Penang los pasaríamos en Georgetown q es la capital d la isla, y q una vez en ella nos enteramos q era la segunda ciudad mas grande d Malasia.
Lo primero q hicimos fue buscar alojamiento a través del directorio d hoteles y hostales q había en la estación. Una vez seleccionamos el q a nosotros nos parecía más conveniente nos pillamos un bus urbano y fuimos en su busca. Después d llegar y ver las habitaciones q tenían nos decidimos por una d 4 personas, y esta vez compartiríamos con un señor hindú d unos sesenta años y un joven inglés q estaba viajando como nosotros. Rápido entablamos conversación con ambos, y el señor hindú con bastante vivido a sus espaldas y el cual residía en el guesthouse, empezó a contarnos q él había estado viajando alrededor del mundo durante bastantes años por distintos motivos y q era el mejor consejo q podía darnos q viajáramos siempre q pudiéramos.
Otra cosa q nos aconsejo es q no dejáramos d asistir al festival hindú q se celebraría allí al día siguiente pq estaba seguro q no nos dejaría indiferentes si nos gustaban este tipo d celebraciones culturales. Nos indicó q se celebraba a las afueras d la ciudad y el número d bus q tendríamos q coger, también nos dijo q él hacía años q no asistía por la gran cantidad d gente q se concentraba y por el calor q hacía. Lo poco q habíamos podido leer sobre el tema nos hacía bastante ignorantes sobre lo q íbamos a presenciar al día siguiente. Así q aprovechando la compañía d nuestro nuevo amigo no dudamos en ir bombardeándole con todo tipo d preguntas referentes al tema. Muy amablemente fue respondiéndonos a todas ellas y resumiendo nos explicó en q consistía dicho festival. Según en la tradición religiosa hindú los fieles hacen una especie d promesas a su dios y este a su vez les impone una penitencia a través del sacerdote d dicho templo. Las penitencias q deben cumplir dependen en el grado d dureza d lo q ellos quieran conseguir. Desde raparse la cabeza, llevar al templo en una especie d urnas sus ofrendas, atravesarse con objetos punzantes, cargar con pesos q simbolizan imágenes d sus templos,…
Pues lo dicho, al día siguiente tomamos un autobús local y nos fuimos en busca d dicho festival. A medida q nos íbamos acercando podíamos ver como la cantidad d gente en la calle iba en aumento. Llegó un momento en q el autobús no pudo continuar y tuvimos q bajarnos todos y continuar a pie. Durante este trayecto, fuimos hablando con bastantes personas Indus, los cuales cada uno a su manera intentaban explicarnos con mucho orgullo lo q íbamos a ver ese día y lo importante q para ellos era.
Una vez ubicados en el lugar, consistía en una calle bastante larga d unos 4 o 5 km, en la cual a ambos lados había puestos d comida, bebida, ropa, artesanía,…. Y detrás d dicha calle se encontraban todos los templos, a los cuales llegaban los fieles con sus ofrendas y promesas tratando d abrirse paso en medio d una gran multitud. Es difícil describir con palabras el cúmulo d emociones q sentimos allí aquel día, ya q d vuelta a nuestro hotel nos daba la sensación d q habíamos formado parte d algo d lo q estábamos seguros no olvidaríamos nunca.
Ya al día siguiente teníamos doble plan, por la mañana subimos a Penang Hill en una especie d tren cremallera, una vez arriba desayunamos con una vista d toda la isla y pudimos visitar un par d templos: budista e hinduista bastante bien conservados. Por la tarde nos fuimos hasta el puerto ya q se celebraba allí la clausura d el nuevo año chino y hacían una especie d ritual bastante interesante. Las mujeres chinas en edad d noviazgo lanzan al mar una naranja con su nombre escrito sobre la monda y los jóvenes en unas balsas en el agua van recogiendo cada uno una naranja y d ahí van surgiendo distintas parejas. Al parecer según estuvimos preguntando hoy en día esto ya está bastante amañado, es decir se ponen de acuerdo d antemano y así siguen manteniendo su tradición d una forma simbólica. Aunque también nos explicaron q muchas parejas actuales habían surgido a través d esta tradición, en fin increíble pero cierto. A modo d broma se nos ocurre si la expresión d “la media naranja” saldrá d aquí, puede ser ya q como sabemos casi todo viene d China.
Ya d vuelta en el guesthouse, nos preparamos un par d cafés fríos y decidimos q al día siguiente nos iríamos a otra parte d la isla, en busca d playas y al parecer un mercadillo nocturno bastante famoso. Así q al día siguiente después d levantarnos y desayunar, preparamos las mochilas y nos pillamos un bus q nos llevaría hasta Batu Ferrinhi, donde pasamos 4 días entre playas y bastantes turistas en su mayor parte europeos.
Por primera vez desde q dejamos España nos encontramos con una pareja d compatriotas, con los q pudimos compartir un par d cenas y alguna puesta d sol desde la playa y con los cuales tenemos pendiente un reencuentro a nuestra vuelta a casa.
Otra anécdota fue q una noche paseando por el mercadillo nocturno fuimos abordados por Terry un chinito bastante carismático q poseía una consulta d medicina tradicional china, y a la q nos invitó para q visitásemos con mucho énfasis. Así q al día siguiente después d venir d la playa nos pasamos por allí para ver q podía ofrecernos. Sobre las paredes no había sitio para colgar ni un diploma mas, y también tenía muchas fotos practicando un arte marcial q al parecer era una variedad del Kun-fu y del q era un experto al juzgar por la gran cantidad d trofeos q poblaban las vitrinas. Después d estar hablando con él y ver todo los servicios q ofrecía nos decidimos por un masaje full body q nos sentó como a los ángeles y del q le recomendaríamos a cualquiera.
Cuando salimos d la consulta d nuestro amigo, nos fuimos a sacar los billetes para el ferry q nos llevaría mas hacia el norte del país concretamente hasta la isla d Landkawi ya casi en la frontera con Thailandia y esta ya será otra historia, así q hasta pronto.
Nuestros 3 primeros días en Penang los pasaríamos en Georgetown q es la capital d la isla, y q una vez en ella nos enteramos q era la segunda ciudad mas grande d Malasia.
Lo primero q hicimos fue buscar alojamiento a través del directorio d hoteles y hostales q había en la estación. Una vez seleccionamos el q a nosotros nos parecía más conveniente nos pillamos un bus urbano y fuimos en su busca. Después d llegar y ver las habitaciones q tenían nos decidimos por una d 4 personas, y esta vez compartiríamos con un señor hindú d unos sesenta años y un joven inglés q estaba viajando como nosotros. Rápido entablamos conversación con ambos, y el señor hindú con bastante vivido a sus espaldas y el cual residía en el guesthouse, empezó a contarnos q él había estado viajando alrededor del mundo durante bastantes años por distintos motivos y q era el mejor consejo q podía darnos q viajáramos siempre q pudiéramos.
Otra cosa q nos aconsejo es q no dejáramos d asistir al festival hindú q se celebraría allí al día siguiente pq estaba seguro q no nos dejaría indiferentes si nos gustaban este tipo d celebraciones culturales. Nos indicó q se celebraba a las afueras d la ciudad y el número d bus q tendríamos q coger, también nos dijo q él hacía años q no asistía por la gran cantidad d gente q se concentraba y por el calor q hacía. Lo poco q habíamos podido leer sobre el tema nos hacía bastante ignorantes sobre lo q íbamos a presenciar al día siguiente. Así q aprovechando la compañía d nuestro nuevo amigo no dudamos en ir bombardeándole con todo tipo d preguntas referentes al tema. Muy amablemente fue respondiéndonos a todas ellas y resumiendo nos explicó en q consistía dicho festival. Según en la tradición religiosa hindú los fieles hacen una especie d promesas a su dios y este a su vez les impone una penitencia a través del sacerdote d dicho templo. Las penitencias q deben cumplir dependen en el grado d dureza d lo q ellos quieran conseguir. Desde raparse la cabeza, llevar al templo en una especie d urnas sus ofrendas, atravesarse con objetos punzantes, cargar con pesos q simbolizan imágenes d sus templos,…
Pues lo dicho, al día siguiente tomamos un autobús local y nos fuimos en busca d dicho festival. A medida q nos íbamos acercando podíamos ver como la cantidad d gente en la calle iba en aumento. Llegó un momento en q el autobús no pudo continuar y tuvimos q bajarnos todos y continuar a pie. Durante este trayecto, fuimos hablando con bastantes personas Indus, los cuales cada uno a su manera intentaban explicarnos con mucho orgullo lo q íbamos a ver ese día y lo importante q para ellos era.
Una vez ubicados en el lugar, consistía en una calle bastante larga d unos 4 o 5 km, en la cual a ambos lados había puestos d comida, bebida, ropa, artesanía,…. Y detrás d dicha calle se encontraban todos los templos, a los cuales llegaban los fieles con sus ofrendas y promesas tratando d abrirse paso en medio d una gran multitud. Es difícil describir con palabras el cúmulo d emociones q sentimos allí aquel día, ya q d vuelta a nuestro hotel nos daba la sensación d q habíamos formado parte d algo d lo q estábamos seguros no olvidaríamos nunca.
Ya al día siguiente teníamos doble plan, por la mañana subimos a Penang Hill en una especie d tren cremallera, una vez arriba desayunamos con una vista d toda la isla y pudimos visitar un par d templos: budista e hinduista bastante bien conservados. Por la tarde nos fuimos hasta el puerto ya q se celebraba allí la clausura d el nuevo año chino y hacían una especie d ritual bastante interesante. Las mujeres chinas en edad d noviazgo lanzan al mar una naranja con su nombre escrito sobre la monda y los jóvenes en unas balsas en el agua van recogiendo cada uno una naranja y d ahí van surgiendo distintas parejas. Al parecer según estuvimos preguntando hoy en día esto ya está bastante amañado, es decir se ponen de acuerdo d antemano y así siguen manteniendo su tradición d una forma simbólica. Aunque también nos explicaron q muchas parejas actuales habían surgido a través d esta tradición, en fin increíble pero cierto. A modo d broma se nos ocurre si la expresión d “la media naranja” saldrá d aquí, puede ser ya q como sabemos casi todo viene d China.
Ya d vuelta en el guesthouse, nos preparamos un par d cafés fríos y decidimos q al día siguiente nos iríamos a otra parte d la isla, en busca d playas y al parecer un mercadillo nocturno bastante famoso. Así q al día siguiente después d levantarnos y desayunar, preparamos las mochilas y nos pillamos un bus q nos llevaría hasta Batu Ferrinhi, donde pasamos 4 días entre playas y bastantes turistas en su mayor parte europeos.
Por primera vez desde q dejamos España nos encontramos con una pareja d compatriotas, con los q pudimos compartir un par d cenas y alguna puesta d sol desde la playa y con los cuales tenemos pendiente un reencuentro a nuestra vuelta a casa.
Otra anécdota fue q una noche paseando por el mercadillo nocturno fuimos abordados por Terry un chinito bastante carismático q poseía una consulta d medicina tradicional china, y a la q nos invitó para q visitásemos con mucho énfasis. Así q al día siguiente después d venir d la playa nos pasamos por allí para ver q podía ofrecernos. Sobre las paredes no había sitio para colgar ni un diploma mas, y también tenía muchas fotos practicando un arte marcial q al parecer era una variedad del Kun-fu y del q era un experto al juzgar por la gran cantidad d trofeos q poblaban las vitrinas. Después d estar hablando con él y ver todo los servicios q ofrecía nos decidimos por un masaje full body q nos sentó como a los ángeles y del q le recomendaríamos a cualquiera.
Cuando salimos d la consulta d nuestro amigo, nos fuimos a sacar los billetes para el ferry q nos llevaría mas hacia el norte del país concretamente hasta la isla d Landkawi ya casi en la frontera con Thailandia y esta ya será otra historia, así q hasta pronto.
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