BANGKOK

Abandonamos Chiang Mai en el tren nocturno q nos llevaría hasta la capital del país y donde pasaríamos nuestros seis últimos días ya q desde allí volaríamos a nuestro siguiente destino. Llegamos a Bangkok hacia las 6:30 de la mañana en medio de un calor insufrible debido al alto porcentaje de humedad. Lo primero q hicimos en la estación fue ir al punto de información para saber q numero de autobús necesitábamos coger hacia Khosan, Rd. Este era uno de los puntos mas famosos de la ciudad, debido a la gran cantidad de alojamiento para mochileros y también porque desde aquí te podías mover fácilmente a cualquier punto de la misma. Una vez cogimos el viejo autobús urbano y después de atravesar varias partes de la ciudad, llegamos a una zona en la que el revisor nos dijo q allí era donde teníamos q bajarnos. Así lo hicimos y en cuanto nos ubicamos sobre el plano callejero, caminamos unas cuantas calles y dimos con ello. Una vez pusimos el primer pie allí, nos dimos cuenta pq era tan famoso y pq todo el mundo lo nombraba. Aquello estaba hecho única y exclusivamente para este tipo de turismo (mochileros), y la competencia entre todos los hostales era palpable ya q te ofrecían en su mayor parte los mismos servicios. Después de instalarnos rápido, ya q el hambre apretaba, nos fuimos a desayunar a los típicos puestos de calle q abundaban allá donde fueses. En cuanto recargamos pilas nos perdimos por las bulliciosas calles en las q se comerciaban con todo lo imaginable. Pateamos todo el día y cuando regresamos a Khosan Rd parecía como si se hubiese subido el telón de noche y todo lo q habíamos visto por la mañana se hubiese transformado y multiplicado en cuanto a vida y color. Parecía como si todo el mundo allí, comerciantes, turistas, locales,…… estuviesen interpretando un papel en una obra de teatro y en cada momento supieran lo q tenían q hacer. Simple y llanamente todo fluía perfecto a pesar de la gran cantidad de gente variopinta q allí te podías encontrar.

Cambiando de tema, por cualquier parte de la ciudad q te muevas encontraras pequeños monumento erigidos en honor al rey q para todo tailandés es una figura intocable e incluso casi venerable. Es decir para ellos es como un dios y antes de hacer un comentario o gesto hacia él, debes pensártelo dos veces pq puede ocasionarte serios problemas hasta incluso llegar a prisión. En medio de la ciudad te puedes encontrar una parte ajardinada inmensa y con unas medidas de seguridad fuera de toda lógica, pues bien al parecer ahí es donde esta la residencia real, impenetrable para cualquiera. Otra característica hasta entonces ignorada por nosotros era q este es el monarca mas rico del mundo y al parecer todo lo q se construya medianamente suntuoso a lo largo del país esta echo en su honor.

Otro día intentando huir un poco de las zonas mas turísticas, nos fuimos hasta el principal río q atraviesa la ciudad, y allí tomamos un bote para cruzar al otro lado, abordo de dicho bote solo con gente local, nos dimos cuenta del gran trafico marítimo q había a lo largo del río y entendimos pq Bangkok era conocido como la Venecia de Asia. Ya en el otro lado recorrimos varias partes hasta q llegamos sin querer a la zona mas moderna de la ciudad, con gran cantidad de edificios y mega centros comerciales. Así también nos dimos cuenta d q en una ciudad como esta es imposible huir de la gente pq vayas donde vayas siempre encontraras a alguien. A las afueras de uno de estos centros comerciales, pudimos presenciar una velada de King Boxing q sin lugar a dudas es el deporte oficial del país. Después de tres horas viendo combate tras combate en medio de un ambiente eufórico, y un poco tocados de la garganta continuamos nuestro tour por la parte más glamurosa de la ciudad. Esta es una ciudad q no le da tregua a la cartera debido a la gran oferta q alberga. En fin un lugar idílico para cualquier comprador ya q los precios comparados a Europa son de risa. Otra noche ya de vuelta en Khosan Rd, paseando por las abarrotadas calles y aunque parezca increíble nos volvimos a encontrar con Jesús y Mónica la parejita de amigos con los q habíamos pasado unos días en Malasia. El destino quiso q nos volviésemos a encontrar en medio de una de las calles mas concurridas de Bangkok. Disfrutamos esa noche juntos comentando las distintas anécdotas q habíamos vivido en el ultimo mes y medio. Así fueron trascurriendo estos bochornosos y últimos días en el país en medio de un cúmulo de sensaciones, pena por un lado ya q llegaba la hora de abandonar la maravillosa Tailandia y a su vez eufóricos ya q teníamos por delante lo q se presuponía ser otro gran destino. En fin os recomendamos a cualquiera q visitéis este país ya q estamos seguros q no os dejara indiferentes. Bueno nos vemos por la tierra de los Maoris si os parece ok talueguin.